"Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.”
(Salmo 119:18)
“Ocúpate en la lectura.”
(1 Timoteo 4:13)
- Ore antes de abrir su Biblia: Para comprenderla, usted necesita el socorro del Espíritu Santo.
- Lea su Biblia atentamente: Apunte las promesas que le han sido hechas, las órdenes que le son dadas, las enseñanzas que le parecen nuevas.
- Lea su Biblia regularmente: Cada día alimente su alma con la Palabra de Dios. Recuerde que Jesús mismo dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).
- Comience por los evangelios: No se deje detener por lo que no comprenda inmediatamente. A menudo, la revelación de Dios es progresiva. No nos dice todo a la vez. Es normal que la Biblia contenga misterios que nos superan, ya que es la Palabra de Dios.
- Busque a Jesús en su Biblia: Nos ha sido dada para ponernos en relación con Dios, por medio de Jesucristo. Es el tema central y esencial de la Biblia. El Antiguo Testamento fue escrito para preparar su venida. El Nuevo Testamento atestigua el hecho de que ha venido.
- Obedezca el mensaje de la Biblia: Toda insumisión, toda desobediencia a lo que ella ordena, constituye un pecado. Cuando nos dicta una actitud, una conducta, un modo de vida, tenemos que obedecer. Nuestra sumisión a la Biblia honra a Dios.