Pensamiento: prueba

Cuando atravesemos días de prueba, permanezcamos en presencia de aquel que es el Dios de todo consuelo, y que no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas. Hallaremos que el dolor que nos envía, es en sus manos un medio para hacernos conocer más su corazón lleno de simpatía —un corazón que siempre actúa en amor— y le daremos mucho más gracias por esos malos días que por los buenos.

Sin embargo, si atravesamos días de reposo, entonces permanezcamos más particularmente cerca del Señor. Esos días son días de peligro, pues es cuando fácilmente se introduce la indolencia y la indiferencia en el corazón. Cuando la vida se torna fácil y dulce, las cosas de este mundo rápidamente se vuelven atractivas e interesantes.