Por lo general, existe entre los hermanos la tendencia de seguir un camino más ancho, y si el Señor recoge a aquellos que están en la brecha, es de temer que dicha tendencia vaya acentuándose… No nos cansemos de luchar, de superarlo todo y de estar firmes. Las más preciosas bendiciones están prometidas a aquel que venza. Acordémonos de esta frase, muy conocida, de un verdadero siervo del Señor: «andemos por un camino tan estrecho como sea posible con corazones tan anchos como sea posible».