El amor es el camino en el cual somos exhortados a andar: “andad en amor” (Efesios 5:2); “yo os muestro un camino aun más excelente”, el camino del amor (1 Corintios 12:31).
El amor es nuestro vestido: “vestíos de amor” (Colosenses 3:14).
El amor es el vínculo que nos une: “unidos en amor” (Colosenses 2:2); “es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:14).
El amor es el móvil de la actividad de nuestra fe: “la fe que obra por el amor” (Gálatas 5:6).
El amor es el terreno y el fundamento en los cuales las raíces de la nueva naturaleza toman la savia que nos hace crecer y prosperar: “arraigados y cimentados en amor” (Efesios 3:17).
El amor es el fruto del Espíritu en nosotros: “el fruto del Espíritu es amor” (Gálatas 5:22).
El amor es el reflejo en nosotros de lo que Dios es: “Dios es amor” (1 Juan 4:8); “sed... imitadores de Dios” (Efesios 5:1).
El amor es la atmósfera y el perfume de los cuales el creyente tiene que estar impregnado en todo su ser, su espíritu, sus pensamientos, sus acciones y que debe esparcir alrededor de él.