He aquí algunas virtudes de la sangre de Cristo para el hombre pecador:
- Ella lo lava de sus manchas morales. Los creyentes pueden exclamar: “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre... a él sea gloria” (Apocalipsis 1:5-6).
- Ella lo rescata (o redime): “fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir... con la sangre preciosa de Cristo” (1 Pedro 1:18-19).
- Ella le da la paz con Dios: Cristo hizo “la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20).
- Ella lo transforma en justo: Estamos “ya justificados en su sangre” (Romanos 5:9).
- Ella lo aproxima a Dios: “Habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Efesios 2:13).
- Ella lo santifica, es decir, lo pone aparte para Dios: “Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta” (Hebreos 13:12).