“Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba,
afirmó su rostro para ir a Jerusalén.”
(Lucas 9:51)
El evangelio de Lucas nos relata 3 viajes del Señor Jesús a Jerusalén.
- En su primer viaje fue traído por sus padres a Jerusalén, siendo aún un niño de pecho, porque era el primogénito de María. Conforme a la prescripción de la ley ellos le presentaron allí a Dios (Lucas 2:22-24). Era el Primogénito que dedicó su vida a Dios y le obedeció hasta la muerte en la cruz.
- La segunda vez, viajó con sus padres a Jerusalén, a los doce años, para celebrar la pascua (Lucas 2:41-52). Su comportamiento en el templo fue perfectamente conforme a su edad. A pesar de que “más que todos sus enseñadores entendía” (Salmo 119:99), él les oyó y les preguntó. Sin embargo, no podía pasar desapercibido que aquel que estaba sentado frente a ellos era una Persona especial: “Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas”. Entonces fueron ellos los que preguntaban y él les respondía.
- La descripción del tercer viaje empieza en el capítulo 9:51, donde el Señor Jesús emprendió muy conscientemente el camino hacia Jerusalén. Este viaje duró más o menos seis meses y se terminó cuando entró en la ciudad, sentado sobre un pollino. A pesar de que sabía desde el principio que la condena a la muerte en la cruz le esperaba allí, fue hacia adelante con determinación. Nadie le podía detener en la meta de hacer la voluntad de Dios y de seguir este camino hasta el fin.