Oír, seguir, servir y esperar

Oír su voz — Es lo que caracteriza a las ovejas del buen Pastor: “Las ovejas oyen su voz”. “Mis ovejas oyen mi voz” (Juan 10:3 y 27).

Seguirle — Esta segunda característica de las ovejas es la consecuencia de la primera: “Las ovejas le siguen, porque conocen su voz”, “y me siguen” (Juan 10:4 y 27).

Oír su voz para seguirle

Servirle — “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole” (Mateo 27:55).

¡Precioso ejemplo para imitar!:

Seguirlo sirviéndole

Esperarle — “Os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1:9-10).

“Ejemplo a todos los... que han creído” (v. 7):

Servirle esperándolo

Oír, seguir, servir, esperar: es el resumen de la vida cristiana, tal como nos es propuesta. Pero, mientras lo esperamos, el Señor nos dice: “Velad y orad” (Marcos 13:33).

“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis” (Juan 13:17). Ojalá que cada uno de nosotros pueda realizar tales palabras.