“El Señor es mi pastor; nada me faltará...
El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.”
(Salmo 23:1, 6)
- No me faltará el reposo: “En lugares de delicados pastos me hará descansar”.
- No me faltará la paz: “Junto a aguas de reposo me pastoreará”.
- No me faltará la fuerza: “Confortará mi alma”.
- No me faltará la sabia dirección: “Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”.
- No me faltará el valor: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno”.
- No me faltará una presencia tranquilizadora: “Porque tú estarás conmigo”.
- No me faltará la seguridad: “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
- No me faltará una comunión victoriosa: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores”.
- No me faltará el gozo: “Unges mi cabeza con aceite”.
- No me faltará el contentamiento: “Mi copa está rebosando”.
- No me faltará nada en esta vida: “El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”.
- No me faltará nada en la vida futura: “Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.